domingo, 1 de agosto de 2010

POR LABERINTOS.

Asterio, el llamado Minotauro, tenía cara de toro y el resto de hombre. El rey Minos lo encerró en el laberinto y le puso vigilancia. El laberinto, construido por Dédalo, era una prisión que a base de intrincados corredores burlaba la salida. (...) Teseo, hijo de Egeo rey de Atenas, fue escogido como tributo para el Minotauro. Cuando llegó a Creta, Ariadna, la hija de MInos, se enamoró de él y se ofreció a ayudarlo si prometía llevarla a Atenas y hacerla su mujer. Y habiéndolo prometido Teseo bajo juramento, rogó ella a Dédalo que le revelara la salida del laberinto. Entonces por consejo de aquél, le dio a Teseo, cuando entraba en el laberinto un hilo: Teseo lo ató a la puerta y arrastrándolo tras de sí iba entrando. Cuando encontró al Minotauro en la parte extrema del laberinto, lo mató golpeándolo con sus puños; y recogiendo el hilo, salió. (Apolodoro, Biblioteca, III, 11 y Epítome, I, 8-9).

IMAGEN: ANA VÁZQUEZ


La palabra laberinto procede del griego λαβύρινθος y significa "la casa del labryx" o hacha doble, y se cree que el origen del mito se halle en el impresionante palacio de Cnossos en Creta, donde se encontraron numerosas represen-taciones de esa hacha. IMAGEN: CLARA ÁLVAREZ

El mito del laberinto se ha reproducido a lo largo de la historia, desde los mosaicos romanos a hoy mismo: en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona se ha inaugurado la exposición Por laberintos (hasta 9 enero 2011), que recrea el mito y el simbolismo de este elemento en la cultura.


Otro ejemplo de lo prolífico que es este mito es el poema del portugués David Mourão-Ferreira:

TESEU, AO TELEFONE

Labirinto de néon e de vento,
noite por estas ruas, sob a chuva...
Na cabina telefónica procuro,
entre milhares de fios, um somente.

Com seu corpo de touro, a tempestade,
com seu rosto de gente, a tentação,
já nas esquinas lóbregas travaram,
comigo, corpo-a-corpo, tal combate

que somente encontrando aquele fio,
o da voz de Ariana, poderei
reconduzir-me inteiro ao meu destino.

E através deste círculo de números
vou tentando o acesso ao parapeito
- que daqui se não vê, porque está escuro.

TESEO, AL TELÉFONO

Laberinto de neón y de viento,
noche en estas calles, bajo la lluvia...
En la cabina telefónica busco,
entre miles de hilos, uno solo.

Con su cuerpo de toro, la tormenta,
con su rostro de persona la tentación,
ya en las esquinas lóbregas trabaron,
conmigo, cuerpo a cuerpo, tal combate,

que tan sólo si encuentro ese hilo,
el de la voz de Ariadna, podré entero
conducirme de nuevo a mi destino.

Y a través de este círculo de números
voy tanteando el acceso al parapeto
—que desde aquí no se ve porque está oscuro.

(Traducción de EL TRANSCRIPTOR)

También una escritora arnedana se ha inspirado en el laberinto y los mitos griegos para escribir su primera obra: El laberinto de Eilithya.

Y acabamos con un poco de humor, a pesar de la crisis económica:

No hay comentarios:

Publicar un comentario